¿PORQUÉ NUESTRO PUEBLO SE LLAMA PERÍN?

HISTORIA DE UN NOMBRE: ORIGEN DEL TOPÓNIMO PERÍN


El nombre propio de un lugar se denomina topónimo. Aquellos topónimos que se crean a partir del nombre de sus primeros pobladores se conocen como antrotopónimos. Éste es el caso de Perín y de algunos de los caseríos que lo conforman (Los Flores, Los Balanzas, Los Liartes, etc.). Así, los primeros habitantes de estas zonas se apellidaban Perín, Flores, Balanza o Liarte.
El topónimo de Perín comienza a documentarse a principios del siglo XVI, y hay constancia de una de las primeras familias que habitaban sus campos durante 1589. Se trataba de la familia Perín, herreros y oriundos de La Unión y que, seguramente, formaron parte de los primeros habitantes que colonizaron esta parte del extenso y deshabitado Campo de Cartagena durante el siglo XVI.



El origen geográfico del apellido Perín no está del todo claro, podría provenir de Francia (de la región conocida como Languedoc-Roussillon), pero también de Italia (regiones como Verona y Pescara) o incluso España. Hay constancia escrita de la existencia del apellido Perín en estos países desde, al menos, el siglo XIV.
El apellido Perín es un apellido patronímico. Los apellidos patronímicos son aquellos que han sido originados por un nombre propio. En este caso sí que hay consenso en afirmar que Perín procede del nombre latino de época cristiana Petrus y éste del griego Petros, forma derivada de petra, "piedra", traducción del hebreo Kefa, "piedra", que fue el sobrenombre que Jesús le dio al apóstol San Pedro, cuyo verdadero nombre era Simón, nombrado conductor de la Iglesia con las palabras de Jesucristo: "tú eres piedra y sobre esta piedra edificaré mi iglesia". Este nombre ha estado muy extendido por toda Europa y en todas las épocas desde el principio del cristianismo. Así, en Francia, se dice Pierre (el diminutivo de Pierre es Perrín) y en Italia Pietro (que evoluciona a Piero, Pierino, Pierinni, Pierini y finalmente Perin), mientras que en España la variante antigua de Pedro más usada durante la Edad Media fue Pero (la forma diminutiva e hipocorística –cariñosa- de Pero es Perín). El apellido más conocido derivado de Pero (o Pedro) es Pérez, no obstante existen otros muchos de uso menos frecuente, entre los que se encontraría Perín, como Perote, Perón o Perillo.
En España es un apellido muy poco frecuente, de tal forma que ocupa el puesto 29.470 en el ranking de apellidos más comunes en el censo español (mientras que Pérez ocupa el puesto octavo con más de 800 mil personas). Según el censo de 2009 (datos del INE) hay 97 personas que se apelliden Perín de primer apellido y 85 de segundo. Madrid y Murcia son las regiones donde el apellido es más frecuente, así en Murcia son 20 los habitantes que llevan este apellido.

El apellido Perín desapareció de nuestras tierras, pero cabe señalar que en la cercana pedanía de Canteras aún hay una familia que lleva este apellido y que además su oficio y el de sus antepasados era el de herreros. Serán o no serán los mismos Perines, pero por cercanía y por oficio no es descabellado pensar que su linaje sea el que fundó o dió nombre a Perín.
Es imposible rastrear el origen del apellido Perín pues hay diferentes linajes que ostentan el mismo patronímico, pero de diferente origen (es decir, sin lazos de sangre), esto hace que existan diferentes escudos de armas, de los que aquí tenemos tres ejemplos.




Desde un punto de vista etimológico, el nombre de Perín proviene del nombre propio Pedro y éste a su vez significa piedra. Sin lugar a dudas no existe un nombre que describa mejor a nuestro pueblo y a la diputación que da nombre. Si algo caracteriza a Perín no son sus frondosos bosques o sus playas de arena fina (aunque los tiene) sino lo abrupto de su orografía, sus escarpados acantilados y tajos, sus “altas cumbres” (625 metros Peñas Blancas y sobre los 500 el Cabezo Negro y La Muela son los picos más altos de la zona), sus cabezos de piedra caliza salpicados de afloramientos volcánicos y veteados de mineral de hierro hacen que el nombre de Perín (piedra) le venga como anillo al dedo.

BIBLIOGRAFÍA: